Cada vez que me levanto doy gracias por estar viva, por tener un día más por delante y poder cumplir con un sinfin de obligaciones. Pero también sé que cada día encuentro momentos interesantes que me brindan la oportunidad de aprender. Cada día me encuentro con diferentes personas a las cuales les debo mi atención y por las que debo esforzarme en ser mejor. Me encuentro con problemas y situaciones que tengo que resolver que me hacen estar más preparada para afrontar las dificultades.

Cada vez que siento  estrés o  desesperación por no alcanzar mis objetivos me paro, respiro profundamente intentando dejar a un lado mis preocupaciones,  me acuerdo de todos los seres queridos que ya no pueden compartir su tiempo conmigo porque  se han ido. Siento gratitud por el tiempo concedido y pienso que tengo, hoy, otra oportunidad más de continuar mi camino.

Hay un presente que aprovechar y disfrutar, un tiempo de acción y creación.   El pasado me sirvió para llegar hasta aquí, hay que aceptarlo tal y como fue, y el futuro me llevará a alguna parte desconocida que no tiene porqué ser inquietante o peor. Lo que realmente puedo controlar es «el ahora». Ahora puedo escuchar, aconsejar, ayudar,  acompañar y dar mi cariño a todos los que están conmigo. Puedo a su vez disfrutar de su compañía. Puedo y debo planificar, innovar, aprender  y cambiar si es necesario. Tengo la posibilidad de hacer las cosas mejor y ser más feliz.

  ¿Por qué preocuparse por el mañana entonces?

¿Por qué mirar al  futuro con incertidumbre y sólo ver sus sombras acechantes?

¿Por qué no sonreír a la mañana que comienza cada día ? 

¿Nubes en el horizonte?

By  Lola VelascoVélez