
En un suspiro te fuiste, tu dulce aroma se desvaneció en el alba,
cual estrella fugaz que cruza el firmamento en una noche estrellada.
Te marchaste de mi lado y no pude retenerte.
No pude acompañarte en tu viaje, ni cuidarte más allá de lo finito.
Te marchaste discretamente, como tú eres y sin hacer ruido.
Allí en lo infinito eres la estrella que ilumina mi camino.
No me mueven los recuerdos fatuos, ni las luces y las sombras
de otros tiempos pasados. Muéveme tu generosidad y tu empatía.
Muéveme los bellos recuerdos que llenan de gratitud mi vida.
En mí queda todo lo que fuiste y aquello que conmigo compartiste.
Tu bondad y tu alegría. Tus desvelos y caricias noche y día.
By Lola Velasco dedicado a Blanca