Se que algún día vendrá  a buscarme la Parca y posiblemente me pille desprevenida sin tener tiempo para preparar mi equipaje antes de emprender con ella mi último viaje. La Parca no avisa se presenta y sin más hay que seguirla allá donde te lleve. Misteriosa visita, nunca bien recibida. De nada sirven las escusas ni las milongas para eludir esta última cita en la agenda de la vida. En esa agenda llena de proyectos e ilusiones que quedarán inacabados.

Quiero adelantarme a su cita y ser más astuta que ella, aunque sé que siempre gana la partida. Hay tantas personas a las que quiero y de las cuales no quisiera separarme nunca…pero no podrán acompañarme en ese viaje. Llegará el momento y no tendré  más tiempo de darles un último abrazo, decirles cuanto significan para mí y trasmitirles mi cariño, amor y gratitud. No quisiera marcharme sin antes pedirles perdón por mis errores, que aunque involuntarios están presentes.  A veces no decimos estas cosas porque pensamos que siempre vamos a tener tiempo de hacer y deshacer.  Frecuente y craso error dado que la vida es tan efímera como incompleta.

Es por ello por lo que voy a cambiar mi actitud y siendo consciente del ineludible desenlace aprovecharé mejor el tiempo para estar más cerca de las personas que quiero, para abrirles el baúl de mis sentimientos y gozar con ellos de cada instante que la Parca nos deje en su generosidad. La vida es tan compleja que a veces nos aleja de lo importante: el amor,  la amistad, la aceptación, el cariño y la comprensión, pero es un regalo que tenemos que cuidar y aprovechar.

Hay que disfrutar del sabor de la vida con sus contrastes, con sus alegrías y sus penas, con sus dulces y  sus amargos momentos, con alegría y gratitud a pesar de los pesares. La oportunidad de vivir la vida es el regalo que la Parca nos otorga cuando venimos a este mundo y que se apodera de él caprichosa e inesperadamente cuando se presenta en nuestra busca. Aunque no nos guste hablar de ello, lo cierto es que lo sabemos desde el momento en que nacemos.

 Lola Velasco