
Recuerdos tristes que yacen en el alma por el ser
querido que ya no habita entre nosotros.
Recuerdos dolorosos por la enfermedad y la agonía;
impotencia ante el desenlace de la muerte.
Quiero parar el tiempo y volver atrás.
Quiero cambiar el rumbo de lo sucedido
y alargar esa vida que ya no está.
Madre querida, quiero abrazarte de nuevo,
aliviar tu sufrimiento y ver tu mirada agradecida.
Madre, te fuiste y se acabó la lucha por tu vida.
Llegó la pena y la tristeza se apoderó del alma,
Pasan los días y no logro superar la pérdida.
pasan los años y la nostalgia permanece en mí.
¿Habré luchado suficientemente por tu vida?
Tú me que diste la mía, y yo que enterré la tuya
Tu hija que te quiere.
Lola Velasco Vélez