La Lucha

  Enfrentarse a lo que odiamos nos da fuerza en la lucha  pero no paz,  aunque no queda más remedio aceptar el reto.

 No podemos retirarnos de esa batalla por pereza o miedo; hay que ir a ello. Hay que caminar hacia aquello que no queremos enfrentarnos. ¿ Qué es lo que nos beneficia de esa lucha? El sentimiento de responsabilidad hacia nuestra propia circunstancia, la aceptación de nuestra condición vulnerable y la tranquilidad de haber hecho lo que debíamos.

La vida está llena de encuentros no queridos ni deseados, de situaciones no buscadas, de circunstancias irrenunciables. Desgraciadamente, de pequeñas o grandes batallas que ganar. Hay que tener el  coraje para ir a la lucha sabiendo que  siempre hay algo que aprender en cada victoria y algo que ganar en cada derrota.  Sabiendo que cada vez que nos caemos y nos levantamos somos más fuertes.

  Cada vez que vencemos  una batalla salimos  reforzados, cada vez que abandonamos una lucha nos debilitamos interiormente. 

Lola VelascoV.

Supervivencia