(Pintura al óleo de David Almendral)
Son tantas las cosa que tenemos que hacer que nos olvidamos de nosotros mismos. Cuando llega el momento de solitud, de introspección, estamos cansados de la larga jornada…¿Por qué no dedicamos más tiempo a la meditación, a ese contacto íntimo con nosotros mismos, con nuestro propio yo? La vida está llena de ruido y de de prisa. Hay una corriente que nos empuja hacia el caos y la desestabilización, que nos desequilibra impidiendo que nos centremos en lo transcendental, en la busca de respuestas dentro de nosotros mismos, en esa búsqueda continua de la verdad y de la razón del ser.
La meditación debería formar parte de nuestra rutina diaria. Hay muchos momentos empleados en matar el tiempo, de una u otra forma. «Whasapeamos» constantemente sin establecer una verdadera comunicación, estamos delante del televisor viendo no siempre lo que nos gusta o interesa, o simplemente escuchando su ruido de fondo mientras hacemos muchas otras cosas que nos impiden reflexionar y estar centrados. Pasamos horas visitando los centros comerciales sin un propósito definido, deambulando en busca de algo que quizás nos saque de la rutina creada. No tenemos tiempo para las visitas a familiares y amigos porque estamos muy ocupados, cuando en realidad estamos enganchados a esa actividad frenética sin sentido, creada por nosotros mismos y que no nos aporta ninguna felicidad. Dejamos pasar los minutos de nuestra vida para matar el tiempo, que un día no tendremos. Nuestra cotidianidad está atrapada por una tendencia social que se erige como guía de nuestro destino.
Hay que hacer un esfuerzo por salir de la corriente. Tal vez nadar contra ella para ser capaces de orientarnos en la dirección correcta, aquella que debemos seguir, y que solamente entraremos guiados por la sabiduría de nuestro interior a la que accederemos a través de la meditación.
Lola VelascoVélez
La Bondad Practicar la bondad
(Ver)
Que razón tienes, cuánto tiempo desperdiciado como si tuviéramos todo el tiempo del mundo y es lo único que no se puede recuperar. Creo que con los años nos hacemos más conscientes de esa limitación y tratamos de valorarlo
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Tienes razón. Los años cambian la perspectiva de las cosas y el tiempo adquiere un valor que antes no tenía. Loa años nos hacen ser más selectivos. Gracias por tus comentarios.
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