Es ese sentimiento que nos impide mostrarnos como en realidad somos por miedo a ser heridos, criticados y no aceptados. En la sociedad actual aprendemos a ser cínicos e hipócritas. A diseñar la imagen que queremos proyectar para aparentar lo que en realidad no somos, en definitiva nos convertimos en aquello que los demás quieren de nosotros. Dejamos de ser auténticos, de mostrar nuestros sentimientos más puros y genuinos, de revelar nuestro propio yo.
El miedo a ser considerados débiles, sensibles o incluso no tan agudos e ingeniosos nos pone una máscara de fuerza y poder creándonos un conflicto entre nuestra autenticidad y nuestra proyección social. Muy pocas veces se es consciente de esta situación. En el mundo laboral y social está ocurriendo constantemente. Hay que demostrar lo que se vale. No hay tregua ni espacio para ser lo que en realidad cada uno de nosotros somos.
Ha llegado el momento de dar un paso adelante en el camino de nuestra felicidad y arriesgarse. No tener miedo de ser o parecer vulnerables porque cuanto más en sintonía estemos con nuestra autenticidad, más satisfechos estaremos de lo que decimos, hacemos y sentimos.
By Lola VelascoVélez
Talento (ver)
Muy bonito como todo que escribes. Con palabras de la doctora Elisabet «Descubrir nuestra autenticidad y ver la autenticidad en los demás , es una de las lecciones más difíciles de la vida»
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