¿ Cómo evitar que la tristeza se apodere de nosotros?
La tristeza no es una buena compañera de viaje. Se acopla en nuestra vida sin darnos cuenta, por diversos motivos que a veces no llegamos a analizar ni a comprender. Cuando aparece proporciona un cálido nido de melancolía que nos va sometiendo poco a poco hasta que caemos en un estado de inacción.
La tristeza se enmascara fácilmente y en vez de analizar las causas se tiende a justificarla: » No tengo un buen día», » prefiero estar sola» » hoy no estoy para muchas fiestas»…Todo ello obedece a un patrón de pensamiento que ronda nuestra mente y que no nos proporciona estabilidad sino inquietud.
Muchas otras veces es una simple sensación de falta de entendimiento o valoración. Al no identificarnos por una circunstancia dominante en nuestra vida o sentirnos poco comprendidos o valorados nos invade un estado de insatisfacción que se traduce en tristeza.
Otras veces son los recuerdos unidos al pensamiento de que cualquier otra época pasada fue mejor, sintiendo impotencia por no poder volver a ello. Como consecuencia se genera una sensación de frustración que conduce a la melancolía.
El sentimiento no aceptado de soledad también proporciona tristeza. En mayor o menos grado y con más o menos frecuencia, todos en algún momento nos hemos sentido solos y vulnerables ante nuestra propia existencia. Es frecuente intentar compensar ese sentimiento con relaciones poco selectivas y que en la mayoría de los casos no aportan enriquecimiento o verdadera comunicación.
Otra manera de huir de esa soledad, que nos conduce al estado de tristeza, es la hiperactividad cotidiana. Llenando nuestro día con compromisos, trabajo, citas diversas con el objetivo de evitar «el cara a cara» con nosotros mismos porque no queremos aceptar que estamos solos ante nuestro destino. Tarde o temprano llega el momento en el que somos conscientes de ello y cuando no podemos aceptarlo la tristeza se convierte en compañera de camino.
Aceptarnos a nosotros mismos como la mejor compañía en nuestro viaje, sintiendo que llevamos las riendas de nuestro destino, es el paso más importante para luchar contra la tristeza. Así como vivir el presente con la certeza de que cada día es una nueva oportunidad y que cualquier tiempo futuro puede ser mejor.
Lola Velasco Vélez


La tristeza aparece cuando quiere y se va cuando le apetece. Será su razón de existir para que valoremos más los ratos de felicidad?
Me gustaMe gusta
Sí, tenemos que agradecer a la tristeza su presencia pues, como bien dices, nos enseña a valorar la felicidad. Me gusta la explicación.
Me gustaMe gusta